Cuando quien escribe ha experimentado la pérdida de alguien y algo muy querido, es más fácil empatizar con quien quizá esté pasando por una situación parecida. El dolor y las fases por las que uno pasa en ambos casos, son similares.
Quizá tú, ahora, estés sufriendo las consecuencias de un ERE en tu empresa; quizá tú, hoy, igual que yo entonces, estés sintiendo lo mismo: inseguridad, miedo, incertidumbre, tristeza, angustia, culpa…. Y es que cuando te toca, son muchas las emociones que se te vienen encima.
Al principio no puedes creer que esto te esté pasando a ti (negación); después la ira y la frustración se apoderan de ti, te atormentas con preguntas como ¿por qué está pasando?; aparece entonces la tristeza por todo lo que has perdido: tu estatus, tus relaciones, tu salario, un proyecto de vida que dependía de tu trabajo… Y finalmente llega la aceptación. Eres capaz de comprender el hecho en sí y asumir que no lo puedes cambiar, pero sí seguir adelante.
Si aún no has llegado a esta fase, no te preocupes, te aseguro que llega. En unos antes que en otros, pero llega.
Solo si has pasado todo el proceso, es el momento de empezar la aventura de emprender una nueva búsqueda. Si empiezas a buscar trabajo antes de tiempo, a enviar CV a diestro y siniestro, perderás oportunidades; probablemente tu estado se vea reflejado en la entrevista.
Espera. Párate. Reflexiona. Utiliza este periodo para pensar qué quieres ahora.
El proceso de duelo es un periodo de adaptación emocional que tienes que pasar y es normal. No dejes que se convierta en algo patológico:
- Expresa cómo te sientes. Permítete llorar
- Come y duerme de forma saludable
- Evita alcohol y drogas
- No tomes decisiones importantes ahora
- Procura crear una rutina. Mantente activo.
- Pide ayuda en caso necesario
PERDER UN EMPLEO NO SUPONE FRACASAR COMO SER HUMANO. ES TIEMPO DE REINVENCIÓN PROFESIONAL. APROVECHA LA OPORTUNIDAD.!!
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