Quizá lleves tiempo en desempleo y te planteas la posibilidad de montar tu propio negocio.
Quizá quieras aventurarte en la búsqueda de nuevas oportunidades como alternativa laboral.
Quizá tengas en la cabeza una idea y por qué no, ahora veas el momento de ponerla en marcha.
EL EMPRENDEDOR es aquella persona que cuenta con la capacidad de enfrentarse al desafío de crear nuevas empresas, proyectos o servicios para superar su situación y crecer a nivel profesional, personal y económico.
Hoy día casi es más común encontrar emprendedores por necesidad que de vocación; sea cual sea tu caso, debes pararte a pensar y preguntarte en primer lugar:
¿Poseo las competencias necesarias?
Hay algunas de esas competencias que se tienen o no se tienen, naces con ellas. En tu mano está desarrollarlas en la medida necesaria. Otras se aprenden con la experiencia. Pero ojo! Hay que distinguir unas de otras para que sean nuestras aliadas y podamos alcanzar el éxito.
Según David McClelland, Psicólogo estadounidense, profesor de Harvard y autor de muchos libros, el emprendedor cuenta con las siguientes características:
- Asumir responsabilidades de forma individual (logro personal): Prefiere situaciones en las que los resultados dependan de sus propias aptitudes, toma de decisiones, esfuerzo…
- Capacidad para asumir riesgos (tolerancia al riesgo), especialmente en función de sus propias capacidades para decidir y no tanto del azar.
El emprendedor, además asume riesgos calculados, tiene un plan B.
- Capacidad de innovación (creatividad): le interesan las tareas más difíciles y no tan rutinarias, ya que estas le proporcionan más implicación personal y por tanto la posibilidad de experimentar sentimientos de logro.
- Desea conocer el resultado de sus acciones (orientación a resultados): necesita conocer la eficacia conseguida tras tomar decisiones y emprender tareas. El dinero lo toma como una medida de su éxito.
- Anticiparse a las posibilidades futuras (capacidad de planificación): puede planificar acciones a largo plazo, lo que implica a su vez, cierta visión estratégica.
¡Ya te conoces!.
El siguiente paso es analizar a fondo tu idea y tu mercado objetivo ¿te animas?
Si la respuesta es afirmativa, eres muy VALIENTE.
“Si usted cree que puede, entonces puede; si usted cree que no puede, entonces no puede. De cualquier manera usted está en lo correcto”. Henry Ford.
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