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Gestión del tiempo

Una de las primeras cosas que debes hacer cuando llegas a una situación de desempleo es organizarte. Ahora te encuentras en un proceso de transición de carrera profesional, algo muy diferente a todo lo que has vivido hasta ahora. Puede que sientas incertidumbre respecto a tu futuro profesional, pero piensa que te encuentras ante una gran oportunidad y que si diseñas una buena estrategia podrás realizar tus proyectos profesionales.

Tu situación económica influye decisivamente en la manera en que te enfrentes emocionalmente al día a día, por ello es imprescindible que hagas un balance con los ingresos y gastos que tendrás cada mes. Ésto te permitirá distribuir tu economía durante el tiempo que se alargue esta situación, siendo un factor esencial para tomar decisiones.

La gestión del tiempo, priorizar los asuntos pendientes y sacar partido a tu día a día, te permitirá un orden y claridad mental muy beneficiosos para la consecución de tus objetivos, así como para “explotar” tus recursos, y ocuparte de todas las cuestiones, incluyendo aquellas que habías pospuesto hasta el momento, dándoles a cada una la importancia que realmente tiene para ti.

Tu tiempo es sólo tuyo, y cómo lo organices es una cuestión totalmente personal, no obstante, desde nuestra experiencia, queremos ayudarte.

    • Procura levantarte todos los días a una misma hora. La rutina implica un orden y una organización que resultan muy positivos para la consecución de tus metas.
    • Si te es posible, destina un tiempo al ejercicio físico dentro de tu organización, un buen ejemplo es la natación o caminar al menos media hora al día. Te ayudará a sintonizar cuerpo y mente, a vitalizarte y sentirte lleno de energía.
    • Emplea un tiempo previamente establecido y de manera diaria a las actividades orientadas a la búsqueda de empleo, como son preparación de tu Cv, elaboración de tu carta de presentación, ejercicios o propuestas que estás trabajando con Reskilling, en mantenerse actualizado, etc. Así como a realizar una prospección de mercado, lo cual aparte de ayudarte a encontrar posibles ofertas, te dará una visión global de la situación, qué tipo de puestos se demandan, en qué condiciones, qué habilidades son requeridas en estos puestos, dentro de las cuales podrás analizar cuál posees y cuál podrías trabajar. Fija un horario para estas actividades y trata de cumplirlo.
    • Haz una lista con los asuntos que tengas pendientes, médicos, gestiones burocráticas, trámites... Ordénalas de mayor a menor urgencia y destina un momento en tu agenda a cada una de ellas, de esta forma te liberarás de la sensación de tener permanentemente cosas por hacer, y podrás centrarte en tu objetivo primordial.
    • Elabora una lista con todas las actividades que siempre quisiste hacer pero fuiste posponiendo, porque estabas demasiado ocupado para ellas, puede ser desde hacer un curso de pintura, quedar con amigos que no ves hacía tiempo, pasar una tarde con tus hijos, pasear, leer un libro que tenías pendiente...puedes incluir también actividades, cursos... que te permitan mejorar tus conocimientos y/o habilidades laborales.
  • La "tiranía"de lo urgente

    Si estás siempre corriendo para completar tareas urgentes, probablemente significa que estás teniendo problemas para administrar tu tiempo, para identificar tus prioridades o acostumbrándote a «dejar las cosas para luego».

    Aprende a delegar, o ignorar, las tareas que son urgentes pero no prioritarias.

    La distractibilidad

    Intenta entrenar tu concentración mediante periodos breves e intensos de atención y esfuerzo.

    El hábito de la postergación: «Dejarlo para después» sucede con demasiada frecuencia. Todos postergamos nuestras responsabilidades de vez en cuando. La clave está en saber qué cosas «dejamos para luego», cómo y por qué. ¿Qué tareas son las que más evitas? ¿Cuál es tu excusa favorita para postergarlas? ¿La televisión, Internet, los amigos, los compromisos familiares, otras obligaciones…?

    El mal cálculo del tiempo y la carga de tu agenda

    Intenta observarte y estimar con precisión el tiempo que te lleva cada una de tus actividades.

    Examina tus prioridades. A veces tendemos a hacer las tareas menos prioritarias en vez de hacer cosas más importantes

    Estar demasiado disponible porque ahora dispones de más tiempo te dificultará cumplir con tu objetivo.

  • Ante una situación de desempleo, en la que los días transcurren sin la obligación de someternos a un horario establecido, es fácil dejarse llevar por la improvisación en el día a día, ir posponiendo actividades, y abandonar por completo la rutina. Es normal, y en ocasiones incluso sano, tomarse un período de descanso, de asimilación y adaptación a una nueva situación.

    Este periodo, no obstante, debe tener un principio y un fin, que nosotros mismos estableceremos de antemano, y una vez terminado, emprenderemos las acciones necesarias y nos pondremos "manos a la obra" para conseguir nuestro nuevo objetivo: Encontrar trabajo. Existe una herramienta muy básica, pero imprescindible para optimizar una de nuestras posesiones más valiosas, como es el tiempo.