Nunca se dice explícitamente pero la entrevista es la oportunidad para “verse las caras”. Estar presente frente al otro y esperar las señales “no verbales” que desde el primer momento se empiezan a emitir.
Si lo importante fuera lo verbal, las entrevistas podrían ser escritas, como en las entrevistas de periódicos y revistas, donde se puede saber lo que piensa el otro de forma más fiel que cuando se habla. O podría ser grabada en cinta, o por teléfono.
¿Qué es lo que, hasta ahora, hace tan imprescindible la entrevista presencial? La importancia de lo no-verbal. Y lo no verbal siempre es todo lo que se refiere al cuerpo como centro de información, emisor y receptor de mensajes. El cuerpo es el “meeting-point”, el punto de encuentro. “Que el mal de amor no se cura si no es con la presencia y la figura”.
La gran antena del cuerpo manda sus mensajes subliminales, casi imperceptibles, sin que la poderosa razón consiga captarlos. Es el gran catalizador de “la química”: “me gusta, no me gusta”. El cuerpo habla. Habla silenciosamente con las manos, la postura, los gestos, las miradas, la sonrisa...
El cuerpo habla de lo que lleva dentro, por esta razón la fase de planificación y de preparación sirve para dar confianza y seguridad en sí mismo, para crearse una buena imagen del entrevistador, para encontrarse feliz de tener la oportunidad de que alguien nos escuche y pueda apreciar nuestro interés y preparación con un trabajo acorde con nuestras posibilidades.
Los entrevistadores expertos procuran que la entrevista no tenga la estructura de un interrogatorio policial: pregunta-respuesta, pregunta-respuesta; para ello utilizan el silencio en el lugar de la pregunta que podían hacer para que sea el mismo candidato el que se haga la pregunta o siga el ritmo del discurso. Los silencios cuando son largos, (5 o 10 segundos) manteniendo la mirada pueden provocar inquietud en el candidato. Lo mejor es demostrar que los silencios se pueden aguantar, responder con una amable sonrisa y quizás finalmente interrumpirlo con una pregunta “¿Desea que le conteste algo más del tema del que hablamos?” ¿Quiere Vd. que le hable de mis aficiones preferidas?” Los comentarios son resúmenes que el entrevistador hace y que no siempre se ajustan a lo que el candidato ha dicho. Algunos entrevistadores distorsionan ligeramente lo que el candidato explica con objeto de recibir una explicación más amplia o una aclaración más pertinente. “Entonces le nombraron jefe porque prefirieron no acudir a selección externa”. El candidato debe estar muy atento para hacer las matizaciones pertinentes a los comentarios del entrevistador.
El entrevistador habla mucho.
- No interrumpir
- Seguir el discurso con mucha atención y gestión activa del lenguaje no verbal
El entrevistador hace preguntas intimidatorias o demasiado personales.
- ¿Interesa ese tipo de empresa a la que representa ese entrevistador?
- Denunciarlo a la propia Empresa a la que representa.
El entrevistador hace preguntas ilegales o incómodas
- “perdóneme, pero esa información la considero personal o confidencial...”
- “Lo lamento pero por razones éticas no puedo contestar a esa pregunta...”
- Contesta lo que quiere oír aunque no sepamos el alcance de lo comentado “Sí estoy soltero y voy a dedicar mi vida a la empresa...”
El entrevistador nos pide que le contemos una situación comprometida
- No dar nombres y apellidos
- Insistir en la confidencialidad de la información proporcionada
- No hablar mal de nuestros compañeros, superiores o anteriores empresas, se puede decir siempre lo ajustado a la realidad sin desmerecer a nadie. Nunca hablar de las personas “es” , siempre de los comportamientos que tienen las personas. Muchos entrevistadores esperan la critica a los demás para provocar un descarte por persona poco fiable.
El entrevistador es inexperto.
- Responder a lo que evidentemente el entrevistador necesita.
- Aprovechar la información que previamente haya aportado sobre el puesto.
- Administrar los tiempos acode con tus intereses.
- Es una excelente oportunidad para un candidato entrenado
El entrevistador pierde el hilo de la entrevista
- Seguir con lo que comentaba enfatizando los que más interese a la conversación.
- Decirle: “Le voy a dar algún detalle de esta situación....”, ¿quiere que le resuma estos puntos más importantes?”