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El autoconocimiento

El autoconocimiento

Para darse a conocer o para que cualquier persona nos  conozca es imprescindible que uno mismo seautoconozca y no se arriesgue a interpretaciones que no nos favorecen.

A  ninguna de las  grandes culturas de la humanidad se le ha escapado recomendar, cuando no mandar, la necesidad de conocerse. La formula más popular es el délfico:”Nosce te ipsum” “conócete a ti mismo”.  Creemos que nos conocemos, pero no es infrecuente tener una “vaga idea” de lo que somos, que cuando llega la ocasión concretamos con mucha dificultad. En  rigor nos desconocemos“Nosotros, los que conocemos, nos somos desconocidos” ( Nietzsche).

Hemos puesto nuestro empeño y nuestra atención, los seres humanos,  en conocer y transformar los que nos rodea y descuidamos con frecuencia nuestro autoconocimiento.”Se cuan expuesto estamos a equivocarnos cuando de nosotros mismos se trata” (Descartes “Discurso del  Método")

En el autoconocimiento hay niveles que hay que alcanzar  como si de una ascensión profunda se tratara:

  • Examinar la experiencia y escoge los acontecimientos que queremos mantener  en la
  • memoria.
  • Extraer las perlas interpretativas o  características que nos  distinguen como persona.
  • Interpretar los hechos conexionando con las pelas interpretativas.
  • La construcción del relato.

 

1. La Experiencia no es la Diferencia

Instintivamente lo primero que examinamos cuando hacemos una reflexión sobre nosotros es la experiencia, lo que hemos hecho, porque  inevitablemente  pensamos que la diferencia está en las distintas experiencias vividas.

Si reflexionamos y  ponemos en el ojo del microscopio nuestra experiencia, allí encontraremos datos, señales, evidencias de lo que somos, queremos y podemos. Pero la misma experiencia no hace a las personas iguales. La prueba mas evidente es que de la misma madre y padre , en el mismo entorno, con las mismas vivencias y experiencias infantiles los hermanos terminan siendo distintos cuando no palpablemente  contrarios.

Podemos imaginar dos buenos compañeros que han estudiado la misma carrera, en la misma universidad, que  trabajan en el mismo departamento de la mima empresa y en la misma especialidad. ¿Son los dos iguales? ¿ Hay diferencias entre ellos en relación a lo que esta experiencia laboral ”ha producido” en cada uno de ellos? ¿ Su experiencia en la universidad ha producido los mismos conocimientos, la misma ilusión y ha desarrollado las mismos capacidades?

Lo valioso, lo que diferencia a las personas no son las experiencias vividas, el conjunto de actividades que una persona realiza, lo valioso es lo que esa “experiencia, madre de la ciencia” ha producido, ha generado ha activado de conocimientos, de emociones, de capacidades.

Los  entrevistadores  acudimos a la experiencia, como los viejos buscadores de oro del oeste americano, acudían al rio para rastrear en su  corriente las pepitas de oro que le harían saltar de alegría y de entusiasmo. La experiencia es el rio y las pepitas las capacidades, emociones y conocimientos que nos trae la corriente. Los buscadores de oro llevaban cedazos ( aro con una tela más o menos tupida que utilizaban los buscadores de oro )para distinguir las pepitas de oro entre la arena de los ríos,toneladas de arena para unas  pocas pepitas de oro mezcladas en el fondo.

2. Las Perlas Interpretativas

El río de la vida, las experiencia vividas,  arrastra tres tipos de pepitas de oro, nosotros le vamos a llamar “ perlas interpretativas”, valiosas a cual más, una son los conocimientos, otras las emociones, y otras las capacidades o competencias. Podemos pensar que algunas de ellas están ahí desde el origen genético, pero es la fuerza de la corriente la que ha moldeado, enriquecido, incrementado sus actuales atributos. La experiencia, mucha y diversa, acompañada de  la lectura y el estudio, con la observación reflexiva, es la fuente privilegiada de  riqueza de nuestra vida.

Saber quién soy implica examinar  las  experiencias  vividas para extraer aquello  que hemos aprendido de esas experiencias, las  capacidades y fortalezas que  hemos  adquirido, desarrollado o activado y finalmente aquellos sentimientos y motivaciones que han impulsado nuestra actividad. Es decir, examinar nuestra experiencia para encontrar las pepitas de oro que su corriente arrastra. Estas son las perlas interpretativas: las cualidades, conocimientos, emociones que hemos aplicado porque ya la teníamos o desarrollado porque no la teníamos y se han activado mientras desplegábamos nuestra actividad profesional.

Otros autores llaman fortalezas o cualidades, o Talentos a lo que nosotros llamamos “perlas interpretativas”. “Perlas” porque es lo más valioso de nosotros mismos, “interpretativas” porque nos darán la oportunidad de interpretar nuestra experiencia con sentido.

La técnica que proponemos en este taller para avanzar en el autoconocimiento profesional, para extraer nuestras perlas, para que después  podemos construir nuestra narración que nos permita mostrar esas perlas en el capitulo siguiente, son los ejercicios de “¿quién soy yo profesionalmente?”, en las tres áreas comunes en la investigación del yo subjetivas:

Los ejercicios propuestos para la investigación de estos tres epígrafes son el  EJERCICIO Nº 1, EJERCICIO Nº 2, EJERCICIO Nº 3.

3. Interpretar la Experiencia

Profundamente confundido y desubicado, el candidato acude a la entrevista de selección como cuando acude al médico para que le hagan un análisis de sangre “a ver que nos dice el análisis”. “A ver que me dice el entrevistador de quién soy yo, de cómo soy, de que quiero y si tengo ilusión”.

La situación es inversa: el análisis me lo hago yo o me ayudan a hacerlo pero la interpretación es exclusivamente mía. Soy yo el que va a decirle al entrevistador quien soy, que cualidades poseo y que conocimientos tengo  y emociones me acompañan.

Los hechos están ahí para ser interpretados. Nuestra experiencia  no trae bajo el brazo un Manual de Instrucciones para interpretarla, siempre hay que elegir una interpretación. A tal experiencia  le corresponde tal interpretación, tal perla interpretativa. A esta otra experiencia le corresponde esta otra interpretación,  otra perla. Las perlas interpretativas, aquello que ha producido la experiencia o se ha puesto en juego durante la experiencia , es el recurso al que nosotros acudimos en la entrevista para interpretar lo que hemos vivido. Ejemplo: “el domingo subí a la sierra y pase un día muy agradable, a pesar de andar más de 10 kilómetros que nos exigió mucho esfuerzo y disciplina, pasamos momentos difíciles porque se no presento una especie de ventisca que pudimos superar por el buenconocimiento que tenia del territorio y por el espíritu de equipo que tenemos los componentes de la cordada. ”. En negrita las perlas interpretativas que nos han servido para hablar de nuestra experiencia intentando transmitir un mensaje que en esos momentos nos interesa.

No sólo tengo la posibilidad de elegir la interpretación que voy a darle a ese acontecimiento o experiencia, sino que también puedo elegir el acontecimiento de la  vida que quiero contar.   Hago inventario de todos los acontecimientos que merecen mi gratitud o mi entusiasmo, o de aquellos que detesto y aborrezco, me identifico más con unos o con otros construyendo de esta forma mi personalidad (la  personalidad es lo que a nosotros mismos nos contamos de nosotros mismos)  al hilo del relato que diseño sobre mí mismo. Por esta razón el filosofo Sartre decía que “tenemos la obligación de elegir nuestro pasado”, aparentemente enigmática frase si no se conoce esta responsabilidad e elegir.

Como hacen los arqueólogos y  antropólogos cuando encuentran un resto humano, por insignificante que sea, como ocurre en Sierra de  Atapuerca, la importancia del hallazgo es que permite reconstruir, interpretar el tipo de vida que llevaban esos hombres  hace miles de años. Con los acontecimientos de la historia  más contemporánea, o con la vida política cotidiana, el historiador o el politólogo, o el tertuliano de turno, tienen que interpretarla; sin la interpretación es como un esqueleto sin cuerpo. Siempre hay muchas interpretaciones sobre el mismo acontecimiento y, a veces, estas interpretaciones son  contrapuestas. Las interpretaciones son determinantes para saber de qué realidad hablamos y  si vamos a considerarla atrayente o despreciable.

En el  relato de la  vida del candidato sería un drama que la interpretación se la diera el entrevistador, cuando los únicos jueces y legítimos historiadores de nuestra vida somos nosotros. No es lo mismo decir: fui a la fiesta. Que fui a la  fiesta y lo pasé mal, fui a la fiesta y lo pase muy bien, fui a la fiesta y aprendí mucho, fui a la fiesta y pude poner en práctica mi capacidad de aguante, de paciencia, de sorpresa, de relación con los demás...El sentido de nuestra vida es la interpretación que le damos a lo que hemos hecho  y esa debe depender de entrada exclusivamente de nosotros ya que nosotros en esta ocasión somos y debemos ser “jueces y parte de la misma".

4.Storytelling, Construir el Relato

Muchos candidatos acuden a la entrevista con  la vaga idea de contar su vida relatando una lista de experiencias , unas detrás de otras, como la lista de hacer la compra , sin conexión entre sus elementos, sin hilo argumental, sin personaje que le de coherencia y sentido.

El ser humano necesita narrarse para adquirir identidad.  Hasta que no  construimos nuestra narración no conseguimos darle coherencia, sentido  a la cantidad de hechos plurales y fragmentarios de nuestra vida, de la experiencia vital y de  la experiencia  profesional.  La identidad del hombre, lo mismo que la identidad de los pueblos  y de los países, depende de la habilidad para crearse una narración creíble sobre él mismo y el mundo que le rodea. Este es el punto donde el taller sobre la entrevista alcanza toda la profundidad.

El ser humano es una realidad narrativa, que se hace y se entiende desde el relato  por lo inaprehensible de la condición humana. Cuando se construye un relato estamos eligiendo el terreno sobre el que construimos nuestra identidad. Esta identidad vale, sirve para la propia persona porque le da cobijo, autoestima, confianza y  seguridad de sí mismo. El filosofo  B. Spinoza lo decía de forma aparentemente  enigmática: “la cosa es el nombre de la cosa”. Aplicado a nuestro terreno, cada persona es una cosa sin sentido  hasta que le damos un nombre, un relato, entonces termina siendo persona. Nosotros le vamos a dar especial relevancia en este taller  a la necesidad de  construir un relato de sí mismo. A  este relato que le vamos a llamar “autorretrato “, lo  vamos a tener a nuestra disposición  en todo momento para hacer la entrevista eficazmente, con éxito.

La corriente del “storytelling”,   tan apreciada actualmente en el mundo de la comunicación y el marketing, tiene un sostenido fundamento psicológico y vienen a concluir que la imagen de nosotros mismos y la que damos a los demás depende del relato que construyamos sobre nosotros mismos , y será más convincente cuanto más atractivo y coherente será ese relato.

El capitulo siguiente, el más determinante de este taller, está orientado a proponer un sistema para construir nuestro relato, al que vamos a llamar “autorretrato”.