"Toda la vida de los seres humanos son iguales las unas a las otras , depende de cómo se cuente” (Monterroso).
El primer instinto de cualquier narrador es despertar el interés del que escucha o de quien lee ysostener la atención hasta el final del relato. Vivimos tratando de que nuestra vida se transforme en una historia que merezca la pena ser escuchada.
El entrevistador tiene muy pocas esperanzas de conocer al candidato, salvo que cuente con la complicidad de este para darse a conocer.
La entrevista para el candidato es la oportunidad de ofrecer, mostrando y demostrando, las pruebas y evidencias que el entrevistador busca desesperadamente, y confirmarle que está delante del candidato que busca.
El drama del candidato puede producirse por dos motivos: que siendo el candidato que busca el entrevistador no sepa él mismo que cualidades le distinguen o, superado este primer peldaño, no consiga transmitir emoción a aquello que posee.
El Entrevistador no tiene esperanza de conocer al Candidato
Solamente se puede conocer a otra persona si esta nos ayuda, o es cómplice de nuestra intención de conocerla y quiere colaborar para complacer nuestra curiosidad. Sin ningún tipo de duda, la sartén de lo que puede o quiere conocer el entrevistador, la tiene por el mango el candidato, la persona objeto de la investigación; él es el único que posee la llave de la puerta que se abre desde dentro. Esto es la enorme ventaja del candidato, ya que sólo él tiene la posibilidad de decidir qué dependencias, qué salones, qué habitaciones de su morada quiere mostrar al visitante.
Hay dos tipos de señales que lanzan al aire todas las personas para que los demás las puedan conocer: lo que cuenta y lo que expresa con su cuerpo. Lo que demuestra o lo que muestra. No siempre el candidato controla estas señales que emite, unas veces, en las primeras señales, porque cuenta cosas sin pensarla previamente y ,en las segundas, porque son señales mas inconscientes y por tanto más difíciles de controlar, sobre todo si no hay entrenamiento.
¿Quiere esto decir que cuando una persona controla lo que dice y controla las señales de su cuerpo es menos sincero, espontaneo, natural, autentico…? De ninguna manera, es simplemente menos instintivo y más racional.
Para conseguir saber quién es el candidato, el entrevistador pregunta y observa. Pero en esta pretensión sólo va a conseguir saber aquello que el propio candidato, si termina conociendo su papel y controlando sus señales, decida que sepa.
Esta dificultad del entrevistador se puede convertir en una ventaja sin igual del candidato: el entrevistador sólo conocerá aquello que el candidato muestre o demuestre a lo largo de la entrevista.
Aunque hay algunos entrevistadores que, para darse importancia o para ocultar sus carencias profesionales, mantienen a lo largo de la entrevista con un halo de misterio, más propio de un mago, de un gurú, como si estuviera en posesión de poderes espaciales para comprender cómo es el candidato sin que el propio candidato lo advierta. La realidad es que no tiene esperanza de conseguirlo salvo que el candidato le ayude, se convierta en su cómplice y colaborador para que termine conociendo sus fortalezas y debilidades. No hay intuiciones. No hay magia. No hay misterio. A veces, simplemente lo que hay son entrevistadores pretenciosos o presuntuosos.
Prepararse para ser Espontáneo
Hay que desterrar la idea de que es una situación normal, natural, donde podemos comportarnos forma espontánea, como si se tratara de una situación privada y personal , en cuyo ámbito damos riendas sueltas a nuestros comportamientos , palabras y emociones, no reconociendo fronteras a la espontaneidad definitivamente desinhibida. Pero no es una situación privada, aunque nos llamemos, entrevistador y candidato, por nuestro nombre y hablemos de cosas que no comentamos en otros ámbitos, como el salario o las frustraciones profesionales. Es una situación pública donde todos aceptamos, de forma positiva, determinados límites.
“La improvisación es una ciencia exacta como las matemáticas. Necesito al menos un mes para preparar una buena improvisación” esto es lo que dice Roberto Benigni ,el famoso actor cómico , interprete de una película muy conocida como la de la “Vida es bella” ,y maestro en transmitir la sensación de espontaneidad, frescura e improvisación.
Por esta razón hay que prepararse hasta tal punto que nuestra conversación y las técnicas puestas a punto mientras hablamos parezcan dones recibidos de la naturaleza. Proponemos una metodología que permita, asumiendo la paradoja, prepararnos para ser espontáneos. No es posible imaginar una situación totalmente espontanea, salvo en el “pequeño salvaje” recogido de la selva para ser educado en la sociedad civilizada. Si estamos socializados, si estamos educados ya la espontaneidad nos la dicta la educación o la cultura social. ¿O es que en un funeral podemos ser espontáneos y contar chistes? ¿O es que en una boda podemos ser espontáneos y echarnos a llorar?
Algunas personas piensan que prepararse para hacer la entrevista es dejar de ser natural, es modificar la personalidad, es ponerse una máscara que no es la auténtica, es representar un guión que no es el propio. ¿Quién es más natural, la persona que sin preparación alguna sale a un escenario con la intención de bailar de forma espontanea “El lago de los cisnes” o la bailarina que lleva miles de horas entrenando y ensayando cada uno de los movimientos del baile para sacar lo mas autentico y personal de ella misma?.
¿Puede un cirujano ser espontaneo y presentarse a la mesa de operaciones sin haber leído la historia del paciente y sin planificar el tipo e intervención y bisturí a utilizar? ¿Puede un abogado presentarse en el juicio sin haber desmenuzado cada uno de los argumentos y de las pruebas? ¿Puede el opositor presentarse ante el tribunal de forma espontanea, sin haberse preparado, para dar las lecciones de derecho del programa?.
Si somos animales racionales, como decía el filósofo, ¿por qué no va a ser espontaneo y natural pensar lo que se va a decir y hacer, en vez de reaccionar sin pensar? Ser espontaneo sin utilizar la cabeza, si aceptamos este argumento, sería hacer un poco el animal. Si alguien tiene una gran voz para cantar, como Montserrat Cabellé, debemos entrenar como ella para mostrar, sin dudas, sin riesgos, con certezas, toda nuestra potencialidad.
La preparación del candidato, recomendable y legítima, obligará por otra parte a una mayor y mejor preparación de los entrevistadores. Cuanto más preparado esté el candidato más exigido y profesionalizado debe estar el entrevistador. Muchos entrevistadores también consideran, por falta de conocimiento y de conciencia de lo que se traen entre manos, que realizar bien una entrevista tampoco exige una especial formación.
Las Técnicas del Candidato durante la Entrevista